Somos los descendientes de una mujer inteligente y emprendedora. Nos heredó su pasión por la comida y una poderosa mística de trabajo.
Doña Margoth fue una valiente mujer que nació en el año 1935 al norte de El Salvador en Santa Rita, Chalatenango. Siempre se interesó por aprender cosas nuevas y es así como aprendiendo nuevas técnicas de cocina desde que era niña. Desde muy corta edad Doña Margoth empezó a enamorar a todos con su sazón y decidió sacarle provecho a sus habilidades poniendo un puesto de tortillas. Tiempo después se convirtió en un pequeño comedor en un local del Portal Orozco frente al parque Daniel Hernández en Santa Tecla.
Un día en 1962, cuando preparaba la cena de sus hijos, llegó un grupo de clientes que regularmente visitaban el lugar y se percataron que estaba haciendo pupusas (en ese entonces no eran parte del menú) y le preguntaron si las vendía. Doña Margoth con la convicción y actitud servicial, se las vendió a diez centavos de colón. Al día siguiente, los mismos clientes visitaron el lugar preguntando por pupusas y el resto es historia.
Típicos Margoth no era como lo conocemos hoy en día, tuvo sus inicios en un cuarto con un comal de barro en una casa muy pequeña. Al poco tiempo, la demanda fue muy grande por lo que Doña Margoth como mujer visionara y emprendedora que era, decidió innovar para crecer.
Primero cambio el comal y leña por una plancha con tambo de gas. Al poco tiempo, se le ocurre que debía dedicarse también a la agricultura, ya que al cosechar su propia materia prima podría controlar mejor la calidad de su comida. Para ello, decide comprar una hacienda que le permitiera cosechar maíz, frijoles, tener vacas y gallinas ponedoras.
El local pronto se quedó pequeño para atender a todos los clientes que visitaban la Pupusería Margoth, como era conocida en ese entonces. En 1968, adquirió un terreno a la salida de Santa Tecla y construyó un local propio dedicado a todos sus clientes. A pesar de los cambios y el crecimiento, lastimosamente el conflicto armado la obligó a cerrar operaciones en diciembre de 1979.
A principios de 1982, se abrió nuevamente las puertas de Pupusería Margoth en la Ave. Manuel Enrique Araujo en San Salvador. Para entonces, se vendían únicamente cuatro productos: pupusas, pastelitos, plátanos fritos y quesadillas. Los clientes fieles y su gusto por la buena comida fueron razones suficientes para ampliar el menú y diversificarlo añadiendo productos típicos como tamales, nuégados con chilate, empanadas, enchiladas, entre otros típicos salvadoreños.
En un solo lugar se podía degustar de una variedad de platillos únicos de la gastronomía salvadoreña. Al cabo de unos años Doña Margoth decide ampliar su gama de productos y abrir oficialmente la primera sucursal de Típicos Margoth en julio de 1987 en la Calle Chiltiupán en Ciudad Merliot.